El 15 de septiembre de 2018 conmemoraremos los 50 años de la partida de nuestro Padre Fundador José Kentenich. Por este motivo, la Presidencia Internacional de Schoenstatt ha convocado un “Año del Padre Kentenich”, que comenzó el 15 de septiembre de 2017 y culminará en el 50 aniversario de la Pascua del Padre.

“A lo largo de este año pongamos a nuestro Fundador en el centro, su pensamiento y su mensaje, su biografía tan rica y fascinante, las respuestas que dio a los desafíos de la Iglesia y del mundo y que hoy quiere dar aún a través de nosotros. Este año nos da la oportunidad de profundizar el vínculo con nuestro Padre Fundador, para que su carisma reviva nuevamente en nosotros. ¡Invitemos a muchas personas a conocer o a redescubrir al Padre José Kentenich como profeta de nuestro tiempo!” (Extracto Carta de convocatoria al Año del Padre Kentenich)

En 1966, después de 14 años de exilio en Milwaukee, el P. Kentenich había regresado a Schoenstatt, Alemania, donde retomó sus tareas de Padre y Fundador de la Familia hasta la mañana del domingo 15 de septiembre de 1968, cuando después de la celebración de la Misa en la iglesia de la Santísima Trinidad, Dios lo llamó junto a sí.

Un pedido original

En ese tiempo, un curso de los Padres de Schoenstatt tuvo la idea de pedirle al Padre Kentenich que apoyara su mano derecha sobre una masa de cemento fresco. Con esa impresión se hizo la huella original de la mano, que se halla en la casa paterna de los Padres, en el Monte Sion.

Con el molde de cemento se hicieron reproducciones de la mano en bronce que se encuentra en algunos Santuarios y Centros de Schoenstatt.

Nuestra mano en tu mano


Se fue desarrollando la costumbre de colocar la mano propia en la mano del Padre expresando así la comunión interior con su persona.

Más tarde surgió también la idea de acompañar este gesto con las palabras siguientes:

“Nuestro corazón en tu corazón,
nuestro pensamiento en tu pensamiento,
nuestra mano en tu mano.
Padre, vamos contigo: tu herencia, nuestra misión”.

Para la Comunidad de los Padres de Schoenstatt, esta mano simboliza el servicio sacerdotal: acoger, bendecir, perdonar, consagrar en la Iglesia y la Familia. Es lo que aprendemos de nuestro Padre, ejemplo de Jesús, el Buen Pastor.

Recorrido por Argentina

En este “Año del Padre” los asesores de la Central del Movimiento han sugerido que una de estas manos de bronce recorra las diócesis. El tiempo no alcanzará para que todas ellas reciban el símbolo, de allí que seguirá visitando las comunidades más allá del 15 de septiembre del 2018.

Cada comunidad verá la manera de cómo recibirla, haciendo de esa presencia un medio para vincularse como Familia del lugar en el corazón del Padre que nos reúne y envía a la misión.

Un testimonio


“Había llegado a Milwaukee la tarde anterior, tras un largo viaje desde mi Chile natal. Ahora
estaba en la pequeña sala esperando conocer al Padre Kentenich. Traía para él mensajes y pequeños regalos.

De pronto se abrió la puerta… entró sonriente, afable. Tendí mi mano que el Padre tomó entre las suyas durante varios segundos. Experimenté su calor y tuve la impresión de que por su mano el Padre me llevó a su corazón, entré en su casa…” (Testimonio, 1962)

mano-padre

 Dios y Padre nuestro,
gracias por regalarnos en el Padre Kentenich
un padre y profeta,
testimonio vivo del Evangelio,
encendido por el fuego del Espíritu.

Regálanos su ardor, su espíritu de fundador,
el amor a ti, a Jesús y a la Mater
y su servicio abnegado a los hermanos.

Haz que su carisma siga vivo en nosotros;
que en la fuerza de la “Alianza que transforma”
ayudemos a plasmar el presente y futuro
de la Iglesia y de la patria.

Incorpora al Padre Kentenich entre los santos
reconocidos por la Iglesia,
para que siga conduciendo a muchos
a tu corazón y a la plenitud de vida.

Te lo pedimos filialmente, unidos a María, nuestra Madre
y Reina tres veces Admirable de Schoenstatt,
y por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

Ponemos a disposición de las comunidades y diócesis una propuesta para la celebración del 15 de septiembre de 2018, día en que conmemoramos los 50 años de la partida a la eternidad del Padre Kentenich y culminación del año dedicado a él. Este material se puede utilizar unido a la Celebración de la Palabra o junto a la Santa Misa, como así también de forma independiente.