Convocatoria para Luján
Carta del P. Pablo Gerardo Pérez, Director del Movimiento de Schoenstatt
Querida Familia de Schoenstatt de Argentina:
Acogiendo la propuesta de los Obispos argentinos, como familia, peregrinamos a Luján el próximo domingo 8 de julio para celebrar la Eucaristía en favor de la vida y consagrarnos como pueblo argentino a nuestra Señora de Luján.
A todos aquellos que por la distancia no puedan llegar, los invito a unirse espiritualmente a esta consagración, rezando el domingo, en las distintas parroquias, santuarios y ermitas, la oración por la vida de San Juan Pablo II elegida por los obispos argentinos: “Oh María, Aurora del mundo nuevo…”.
Respondiendo a la corriente de coronación que ha surgido en distintos lugares y ramas peregrinamos en actitud de coronación y nos consagramos a nuestra Señora de Luján porque queremos que en este momento se manifieste como Madre y Reina de la Vida.
A su vez, les propongo que cada familia diocesana o zonal vaya haciendo un camino y discerniendo el momento y lugar oportuno para realizar la coronación localmente.
Para ello, les comparto esta oración:
Querida Madre de la Patria:
Porque dijiste sí a la vida con mayúsculas.
Porque fuiste cuna de nuestra Salvación.
Porque atendiste a la vida de otra mujer,
llevando al niño Jesús en tus entrañas.
Porque acompañaste a tu Hijo hasta el final de su vida en esta tierra.
Porque aceptaste prolongar tu maternidad en nosotros,
asumiéndonos como hijos tuyos.
Porque comprendiste siempre el corazón
y los anhelos humanos sin condenar a a nadie.Te pedimos:
Mira a tu pueblo argentino que sufre y está dividido.
Fortalece nuestro compromiso con los que más sufren
y ayúdanos a compadecernos
y encontrar los medios concretos para colaborar con toda vida humana.
Madre de madres, cubre con tu manto
a todas las mujeres que llevan en su vientre a un hijo
y acaricia a nuestros niños por nacer.
Madre de misericordia, acompaña y consuela a las mujeres que sufren
y regálales tu cobijamiento maternal.
¡Gracias Virgen de Luján! Vale toda vida.
¡Toda vida es amada y cuidada por Ti!
¡Te coronamos como Madre y Reina de la Vida!
¡Glorifícate y manifiéstate Victoriosa!
Amén.
Quedamos en eso, permanecemos fieles.
