Carta de Alianza – Julio 2018
Foto: NOTICIAS ARGENTINAS
Queridos aliados y aliadas:
¡Bendecido día de Alianza! Hoy los animo a renovarla. Ir al Santuario, a una ermita, a sus Santuarios del hogar o simplemente ante una imagen de la Mater, prender la vela, volver a rezar la oración de consagración o la carta. Desempolvarla si hace rato que no la rezamos. En fin, recordar y renovar ese momento que le entregamos nuestra vida a María.
Ya pasaron 10 días de la convocatoria de nuestros obispos a Luján. Nos alegró ver la multitud de peregrinos que se sumaron a este llamado y verdaderamente, a los pies de nuestra patrona, se renovó nuestra esperanza de que vale toda vida. Muchos aliados peregrinaron y nos representaron, teniendo la Rama de Madres un rol protagónico. Por increíble que parezca, los medios de comunicación poco y nada mostraron de este acontecimiento. ¡Cuánto necesitamos de más comunicadores que tengan vocación de servicio a la verdad! No obstante, fue una gran fiesta de la vida, donde los obispos consagraron y encomendaron a María a cada argentino, especialmente a los más sufrientes, más allá de cualquier situación e ideología. ¡Ella es madre de todos! ¡Una madre fiel que nunca abandona a ningún hijo a pesar de lo que pueda hacer o pensar! Y a nosotros como Movimiento argentino, nos ha regalado la vocación de ser “familia del Padre”. Pidámosle a ella que nos dé la gracia de ser, en este tiempo de profundas divisiones sociales, instrumentos de encuentro, puentes que acercan, que buscan las coincidencias y puntos de unión, que como Ella, crean familia y abren las puertas al diálogo y al respeto mutuo.
Este evento coincidió con el aniversario de ordenación sacerdotal de nuestro Padre y Fundador. Hace 108 años un joven diácono alemán, José Kentenich, era consagrado sacerdote para siempre. ¡Qué misteriosos y sorprendentes son los planes de Dios! ¡Quién hubiera pensado en aquél momento que de esas manos consagradas que empezaban a bendecir, decenios más tarde, se iban a realizar réplicas prolongando su bendición a una multitud de hijos espirituales en diversos continentes! El recorrido de su bendición por las distintas diócesis de Argentina ha ido despertando una corriente de compromiso con su persona y su obra, las tradicionales “alianzas filiales” que van preparando nuestro espíritu para la gran celebración del próximo 15 de setiembre, de los 50 años de su partida.
El mes de julio es también un mes marcado por las misiones. Nos entusiasma saber que las juventudes de Mar del Plata y Miramar, La Plata, San Luis y Córdoba junto a las misiones familiares de Bahía Blanca, Resistencia y Tucumán han misionado distintos pueblos y ciudades de Argentina. Son cientos de jóvenes y muchísimos matrimonios que hacen bien concreto la Iglesia en salida, la cultura del encuentro y ese acompañamiento cuerpo a cuerpo que el Papa Francisco nos pide.
Más allá de esas visitas misioneras, parece que la Mater quiere continuar estableciéndose cerca de sus hijos. Queremos acompañar a las familias de San Luis, San Juan, Resistencia y Corrientes en sus respectivas conquistas de Santuarios filiales. No sabemos bien que pasará, pero sí sabemos que necesitamos de más lugares de gracias. ¡Desde el 2002 que el Buen Dios no nos hace ese regalo! Pidámoselo con fe y confianza, el Señor siempre nos da lo que necesitamos.
En este sentido, a fin de mes, nos regalará un nuevo sacerdote, el futuro P. Santiago Ferrero. Recemos por él en este tramo final de su preparación.
Quedamos en eso, permanecemos fieles.
P. Pablo Gerardo Pérez