Historia de una Virgen que sale al encuentro
Autor: Lis y Juan Álvarez, Asesores Nacionales de la Campaña de Rosario de la Virgen peregrina de Schoenstatt
Origen y fundamento
La Campaña inicia en Brasil, de la mano de un laico, Joao Luiz Pozzobon, el 10 de septiembre de 1950. Él recibe de una Hermana de María, Hna. Teresinha, una imagen grande de Nuestra Sra. de Schoenstatt, para llevarla peregrinando por las familias. Ese día se reza el primer Rosario ante la imagen de la Virgen Peregrina. Desde entonces Joao le ofrece a la Santísima Virgen dos horas diarias dedicadas a la Campaña.
Don Joao asume esta tarea y la hace suya durante 35 años hasta el día de su muerte. Caminó 140.000 km con la imagen. La llevó a hogares, escuelas, cárceles, hospitales y, al paso de la visita de la Virgen, incentivó y enseñó el rezo del Santo Rosario.
En el año 1959, Pozzobon introduce en la Campaña imágenes más pequeñas que la original de la Virgen peregrina. Con esto comienza a difundirse mucho más la imagen de María, potenciando y ampliando su radio de acción. Para favorecer su acción apostólica, el obispo diocesano, lo ordena el 30 de diciembre de 1972 diácono permanente.
El 30 de diciembre de 1983, el P. Esteban Uriburu, Padre de Schoenstatt de Argentina, le entrega a Joao, una carta de Ana Echavarría (de Buenos Aires) en la cual le solicita 25 imágenes destinadas a los Santuarios de América. Don Joao reacciona de inmediato, vislumbrando la difusión mundial de su campaña.
El 29 de marzo de 1984, arriba a Santa María, la primera peregrinación de Buenos Aires, para recibir de Joao las veinticinco imágenes peregrinas destinadas a los Santuarios de América. En junio otra peregrinación de Buenos Aires recibe la primera imagen auxiliar Internacional. El 8 de junio de 1985, acompañando a la “Peregrina”, Pozzobon arriba a Buenos Aires, permaneciendo allí hasta el día 20 del mismo mes. En julio comienza la “Campaña” en África del Sur. En los meses siguientes se difunde también en Chile, Zimbawe, U.S.A., Bolivia, Paraguay y Uruguay.
Finalmente, el 27 de junio de 1985, poco antes de las 6:30 de la mañana, el diácono Joao Luiz Pozzobon fallece en un accidente. Fue atropellado por un camión, en medio de un espeso manto de niebla, cuando se dirigía al Santuario de Nuestra Sra. de Schoenstatt para participar de la Santa Misa. Al día siguiente fue sepultado en el cementerio de Santa Rita. Su último lema fue: “María es luz, camino seguro, libera y transforma”. El 12 de diciembre de 1994, fue abierta oficialmente la causa de beatificación por el entonces obispo de Santa María, Monseñor Ivo Lorscheiter.
Joao Pozzobon se sintió un alumno del Padre Kentenich, Fundador de Schoenstatt, a quien conoció a través de los Padres Palotinos y Hermanas de María. En el año 1947, participó de la bendición y colocación de la piedra fundamental del futuro Santuario Tabor en honor a nuestra Señora de Schoenstatt en Santa María Brasil.
El Santuario y su relación con María
Joao Pozzobon capta profundamente que el Santuario de Schoenstatt, es la fuente de donde brota la Alianza de Amor con la Mater. Así dirá: “La Virgen María, desde su Santuario de Schoenstatt, quiere mostrar otro río de agua cristalina, y a través del mismo mostrar su mensaje claro como el cristal”.
La Peregrina hace que esta fuente llegue a cada hogar llevando las tres gracias que manan del Santuario. Joao con palabras sencillas las definió así:
Gracia del cobijamiento: ”Para mi basta solo tu mirada”.
Gracia de la transformación: ”Schoenstatt trajo un gran cambio, un gran enriquecimiento de mi fe”.
Gracia de la fecundidad apostólica: “(…) y también una misión a realizar, un gran apostolado… Cuando me encontré con Schoenstatt fue cuando empecé la Campaña y allí comenzó una nueva vida, una vida diferente”. “Contigo todo lo puedo”.
Instrumento y conciencia de misión
Pozzobon se sintió un instrumento de María para esta gran misión. Su respuesta fue un amor heroico. Utilizaba siempre una expresión sencilla pero que sintetizaba esta entrega audaz y santa: “un poquito más” (“mais un poquinho”).
Así lo sentía y decía cuando llevaba a la peregrina bajo la lluvia o quedaba rezando a la vera del camino, o visitando enfermos muy tarde por las noches. Joao entiende que debe asumir el rol de humilde servidor de la Sma. Virgen en su primer propósito: SALVAR CON TODAS SUS FUERZAS A LAS FAMILIAS.
¿Qué es la Campaña del Rosario?
La campaña es una misión y una acción dentro de la iglesia. Un camino pastoral moderno que tiene como fin específico la evangelización, no sólo de las familias, sino de todo aquel a quien María lo quiera visitar. Se trata de un apostolado que sale al encuentro de todos.
La misión parte de un Santuario de Schoenstatt y llega a todas las personas que quieran recibirla, para socorrerlo en sus necesidades, derramando gracias y obrando milagros. Es una pastoral simple, que está al alcance de todos.
La Campaña cuenta con una organización diocesana ágil, dónde se forman verdaderas comunidades, y donde circula una corriente de vida mariana y de servicio.
Es un método pedagógico del cual María se sirve para llegar a los lugares más recónditos, a través de los misioneros, anunciando el evangelio, obrando milagros y despertando, a su paso, un ejército de personas orantes, que crecen día a día en confianza, amor, fe y servicio a la Santísima Virgen.
En la Campaña del Rosario, se actualizan tres escenas bíblicas:
LA VISITACIÓN: María se pone en camino, visita a las familias, visita las cárceles, escuelas, hospitales etc. La Campaña del Rosario es servicio.
El CENÁCULO: unidos en oración con María, la madre de Jesús, los cristianos esperan las fuerzas del espíritu para ser apóstoles en el mundo. Ella es la gran misionera, Ella obrará milagros. La Campaña de la Virgen peregrina es apostolado y misión.
MARÍA AL PIE DE LA CRUZ: cuando San Juan recibe a María por Madre y la lleva a su casa. En la Campaña del Rosario María se nos regala como madre de todos.
Dinámica de la misión
Las personas interesadas en ser misioneras, reciben una preparación correspondiente para desarrollar responsablemente su misión. El equipo coordinador de la diócesis es el encargado de brindarlo. Las imágenes de María, salen del Santuario, de las ermitas o parroquias. Allí son bendecidas y los misioneros consagrados para la misión.
Los misioneros y las personas que la reciben son invitadas a volver a la fuente de origen: el Santuario o a las ermitas, de las cuales partieron las imágenes. Enriquecidos con las gracias que María les implora, los peregrinos vuelven a sus hogares y parroquias para cumplir su misión.
Este camino de la Virgen que sale de sus Santuarios o ermitas, que luego visita los hogares, y finalmente retorna a la fuente de gracia, solemos llamarlo Circuito Mariano.
El misionero debe capacitarse, participar de algún encuentro anual de la Campaña y renovar anualmente su consagración misionera, o bien devolver la imagen a su coordinador, zonal o diocesano, en caso en que no quiera seguir con la misión.
¿Cómo evangeliza la Campaña?
Cada imagen peregrina de la MTA visita permanentemente un grupo aproximado de 10 personas o familias, quedando tres días con ellos. Para iniciar el trabajo es preciso que el párroco del lugar dé su consentimiento, lo mismo que la autoridad correspondiente, el Obispo diocesano.
Cada misionero recibe una imagen peregrina para misionar con ella, la cual pertenece a alguna modalidad determinada, por ejemplo: familias, ciegos, niños, cárceles, enfermos, taxistas, embarazadas y niños por nacer. La misma va acompañada de un cuaderno que tiene datos propios de la campaña, oraciones, la forma de rezar el Rosario y hojas para que escriban testimonios. Las imágenes deben peregrinar siempre. Estas imágenes pertenecen a la Campaña y no a los misioneros, por eso no se venden ni se compran.
Proyección de la Campaña
La Campaña del Rosario de la Virgen peregrina de Schoenstatt se proyecta en tres dimensiones:
Hacia dentro de Schoenstatt
Porque completa, motiva y enriquece a toda la familia de Schoenstatt. Fue bendecida como misión por el Padre Fundador, José Kentenich quien la llamó proféticamente “pastoral moderna del futuro”.
Joao tuvo la originalidad de regalarle a la obra de Schoenstatt, que el amor a María se irradie a través de una imagen que peregrina, rezando a su paso el santo Rosario y haciendo vida la Alianza de Amor. Núcleo del misterio de Schoenstatt.
En muchas ocasiones es la carta de presentación de este movimiento. La Campaña da herramientas pedagógicas simples, sencillas pero profundas, piadosas y espirituales que llegan al fondo del alma del hombre actual, necesitado de esa luz que nos lleva a María.
l rezo del Santo Rosario, las mil Ave María, las procesiones, los encuentros en las ermitas, la adoración al Santísimo junto a la peregrina, y todas las prácticas que constituyen la vida ascética, son las herramientas que nos regala Schoenstatt. Es la pedagogía de la que se sirve el instrumento.
La Campaña se proyecta hacia dentro de la Iglesia
Una iglesia golpeada, incendiada, con crisis de credibilidad, pero también una iglesia que sabe, a ejemplo del Papa Francisco, pasar del silencio a la valentía de pedir perdón, reconocer errores, ser más humilde, una iglesia misionera que sale y se encuentra con el necesitado, que se alegra de llevar consuelo, de dar esperanza, de contar las glorias de María, de volverse piadoso y de rezar, manteniendo el poder intacto de la oración comunitaria.
La Campaña sale, no se queda intramuros, se renueva, va a las ermitas, aglutina a los que conocen Schoenstatt y a los que no. La Virgen María nos invita a todos a mirarla, a través de la peregrina y de las ermitas y vuelve a la parroquia a servir al pueblo de Dios.
La Campaña se proyecta hacia el mundo
De una manera silenciosa, la Campaña no pasa inadvertida, quien porta una imagen peregrina, no necesita muchas veces hablar, la sola presencia de la Mater en esa imagen es capaz de transformar cualquier ambiente. Tal como lo decía el Papa, María hace de un establo un pesebre con un par de trapos y una montaña de ternura.
La Campaña es una primavera para la iglesia y para el mundo. Florece a cada momento, renace con nuevos bríos a través de los misioneros, se colorea con el matiz de sus dirigentes. Donde está la peregrina se huele a perfume de cielo, se irradia alegría, se transmite consuelo, fortaleza y esperanza.
Se proyecta al mundo a través de los testimonios de las familias o de los misioneros. Ellos hablan por sí solos. Se percibe, se huele en el ambiente porque es María, quien sostiene, quien le regala al mundo la dimensión de su espiritualidad a través de sus instrumentos.
La proyección de la Campaña en el mundo ya no puede detenerse, es como una saeta disparada al aire y conducida por la mano de Dios guiada por María, como decía don Joao: “María si tú me ayudas yo voy adelante”.
Joao Pozzobon deseaba ardientemente que la Campaña significara un florecimiento espiritual en la gran Obra de Schoenstatt y que se extendiera por todo el mundo para el mayor bien de la Santa Iglesia. La Campaña se proyecta al mundo a través de los misioneros, llevando a María sin miedo, creando atmósfera sobrenatural, haciendo presente lo divino en el mundo. A eso están llamados los misioneros de la Campaña, a crear atmósfera de Dios donde más se necesite, y eso lo conseguimos donde haya o donde hagamos florecer atmósfera Mariana. Por eso, el amor a la Mater peregrina, es un medio excelente para cultivar y proyectar el reino de Dios en nuestros lugares.