Ella es la gran misionera

Autor: Padre Guillermo Carmona, Asesor Nacional de la Liga Apostólica de Familias (LAF)

Iglesia que sale al encuentro

Antes era común ver a los fieles asistir a la misa dominical. La parroquia era el lugar de encuentro: con Dios, los otros cristianos y la vida eclesial. Hoy vivimos en una sociedad pluralista, donde los valores y la práctica cristiana han perdido fuerza.

La gente no va a la Iglesia. Es necesario que la Iglesia vaya a la gente. Este pensamiento está en el sustrato de la “Campaña de la Virgen Peregrina de Schoenstatt”. Ella no nació sin embargo de un raciocinio intelectual, sino de una experiencia de vida: en el sur de Brasil, un hombre muy sencillo recibió el encargo de llevar la imagen de María a los hogares. Lo hacía después de su trabajo y sin descuidar sus obligaciones de esposo y padre de familia. 

Así inició Joao Pozzobon lo que él llamó la “Campaña del Rosario”. Se trataba no solamente de rezar el rosario, sino de un encuentro personal e integral de quienes la recibían, con el misterio de la fe. El pensamiento, la Virgen está inquieta y por eso desea apearse de su trono y recorrer las calles y las casas, acompañó a Joao desde 1950 hasta 1985, en que murió en Santa María, Brasil. En 1994 se inició su proceso de beatificación.

Dinámica de la Campaña

Entretanto la Campaña se ha expandido por todo el mundo y miles de familias reciben mes a mes la imagen de María. Un varón o una mujer, que se consagra como “misionero” busca 15 familias que desean recibir esta imagen y Ella peregrina por los hogares. Así se desarrolló la Campaña, que hoy llega no sólo a las familias, sino también a colegios, casas de religiosas, hospitales, cárceles, hogares de niños, de ciegos y desvalidos, ancianos, mujeres embarazadas y niños en riego. 

Todas las “imágenes peregrinas” salen de un Santuario, de una ermita de Schoenstatt o de una parroquia, con el envío del párroco. A quienes reciben la “peregrina” se les pide que le devuelvan la visita de la Madre, llegándose de vez en cuanto a su trono de gracia, los Santuarios, Ermitas de Schoenstatt y parroquias.

¿Cuál es la “gracia” de la Campaña? María regala siempre cercanía, cobijamiento, experiencia de sentirse incondicionalmente amado, seguridad, esperanza y armonía familiar. Gracias profundas que necesita el hombre de hoy.

Método pastoral: Iglesia en misión

La Campaña es un método pastoral que se encuadra en la inquietud de la “Iglesia en misión”, o la “misión continental” que proclamó Aparecida. La vida ha certificado su eficiencia y valor religioso, pedagógico y de socialización. Es también una concreción de la Iglesia en salida a la que llama el Papa Francisco.

Porque se tiene presencia en lugares de mucho dolor y sufrimiento, como hospitales, cárceles y villas, es hospital de Campaña y por el vínculo que se forja entre el misionero y el que recibe la imagen, se logra ese acompañamiento cuerpo a cuerpo al que nos impulsa el Papa.

Cuando la imagen llega a una casa, se le prepara un lugarcito, la familia o alguno de sus miembros reza el rosario o alguna decena y se le hacen los pedidos. Se leen también las anotaciones que se hallan en un cuaderno que acompaña la imagen. Allí hay meditaciones, algún saludo del párroco e informaciones útiles del tiempo litúrgico o de la vida eclesial. 

A través del gesto de recibirla, se expresa otro deseo: se le pide a María que renueve la fe de los integrantes de ese hogar o de esa institución. La vida, tan agresiva, nos deja desvalidos, sin fuerzas y sin armas para defendernos. Al entregarle a María nuestra confianza filial, Ella asume su tarea y como Madre y Educadora despierta nuevas fuerzas, nos reanima en nuestras luchas, estimula a la concordia y regala mayores ganas y alegría de vivir.

Ella obrará milagros

“Si el profeta no va a la montaña, la montaña va al profeta”, afirma el dicho popular. Si la gente no va a María, María va a la gente. En lugares donde Ella llega, no hay lugar para las sectas ni las pseudoreligiones. La Virgen es un antídoto contra el mal.

Cuando se le entrega la imagen al misionero, el sacerdote proclama: “Ella es la gran misionera”. Y el misionero contesta: “Ella obrará milagros”. No son palabras, sino realidades.

La campaña en modalidades y diócesis

Compartimos un breve relevamiento del funcionamiento de la Campaña del Rosario en algunas Diócesis y sus distintas modalidades en Argentina.