Carta de alianza enero 2023
Querida familia de Schoenstatt de Argentina:
Al inicio de este nuevo año que el buen Dios nos regala, les deseo un feliz día de Alianza y que tengan un buen comienzo, cerquita del Señor y de María.
Normalmente en esta fecha, por el receso estival, nuestro ritmo se torna un poco más tranquilo. Aprovechemos para tener más momentos de encuentro con ellos. Hoy renovémonos en la Alianza de Amor de cara a este nuevo tiempo que empezamos. Soñemos con lo que nos gustaría que pase y que el Señor y la Mater nos regalen.
Volver a alegrarse
Terminadas las corridas de fin de año, volvemos a tener algo de silencio y más espacio mental. Empiezan a resonar los ecos de lo vivido. La alegría del mundial ganado vuelve. Las redes y medios de comunicación también nos lo recuerdan permanentemente. En el reencuentro por las vacaciones con familiares y amigos es un tema recurrente. Dónde vimos los partidos y cómo festejamos.
Hay un punto que se me hizo patente, pasados la vorágine, los nervios y angustias de los partidos. Sin que ellos lo buscaran, fuimos testigos de una fuerte manifestación pública de fe de los jóvenes jugadores de nuestra selección. La imagen de nuestra señora de Luján y la Mater de Schoenstatt en el vestuario argentino recorrió el Whatsapp de todos los schoenstattianos que nos alegramos profundamente al saber que la mirada de Ella acompañaba a la selección.
Una pastoral mundial
Pastoralmente hablando, el mundial fue una gran jugada de Dios, donde no hubo agentes de pastoral tradicionales. Nunca como Iglesia hubiéramos podido llegar a tanta gente y de esta manera, tal como lo que hemos presenciado con este puñado de jóvenes jugadores viviendo su fe a flor de piel.
Para una sociedad donde lo religioso está bastante ausente, hace muchos años que Dios no se hacía tan presente en las redes como en esta oportunidad. Cada vez que veíamos a nuestros jugadores persignarse, mirando y señalando al cielo, hablando de Dios y hasta el famoso canto “Muchachos” que tiene un tinte trascendente explícito al hablar del cielo no como algo extraño, sino como una realidad familiar y cercana a nosotros.
En un contexto donde las familias se sienten debilitadas, ninguneadas y hasta atacadas, estos jóvenes papás nos dieron testimonio de que más allá de lo que puede ser el éxito profesional y deportivo, necesitan compartirlo con su familia. Antes que jugadores son hijos, papás y esposos. Personas que aman y quieren ser amadas. Eso les da un sentido más profundo a sus vidas. En sus declaraciones, la mayoría emocionados, con voz entrecortada, ofrecían el triunfo a sus familias y a ellas les agradecían.
Elijo creer
Frase que se hizo viral y que dice un montón. Viene a mi memoria nuestro difunto Papa emérito Benedicto XVI, que Dios tenga en su gloria, cuando en los comienzos de su pontificado en su segunda encíclica, Spe Salvi (Salvados en la esperanza) reflexionaba sobre la esperanza y nos decía: quien tiene esperanza vive de una manera distinta (SS 2). Nuestra fe no nos augura simplemente un buen final en el cielo si aprendimos a amar en la tierra, sino que es plasmadora de nuestra realidad aquí y ahora.
Esta fe vivida en plenitud es la que se transforma en testimonio para los demás. Cómo lo vivieron varios jugadores de la selección y cómo queremos y deseamos vivirla también nosotros. Es lo que lleva a miles de aliados en estas vacaciones a salir a misionar.
Así lo hicieron cientos de jóvenes en los grupos misioneros Ignis de Salta y Tucumán, Gaudium Mariae de Córdoba, MTA de Buenos Aires, Fons Vitae en Rosario y Puer et Pater de la campaña joven de La Plata. Y muy pronto lo harán familias en las próximas misiones familiares de Paraná, Córdoba, Mar del Plata y La Plata.
Un punto a desarrollar aún más es el sinergizar más las misiones juveniles y familiares con la campaña del Rosario y hasta con alguna otra rama o acción, para que, todo el trabajo de los grupos misionero y la misión en sí, que son siempre días de gracias, se pueda capitalizar logrando una continuidad de vida del Movimiento en los lugares misionados. Pensarnos en misión permanente (Doc Aparecida 2007) nos puede ayudar.
El P. Kentenich también eligió creer
Pasado mañana celebramos un nuevo aniversario del 20 de enero del 42, segundo hito de nuestra historia como familia de Schoenstatt. La fe en la Alianza decidió los pasos del P. Kentenich entretejiendo, además, su vida con la vida de la familia y redituando en una fecundidad difícil de haber imaginado. Increíblemente, el tiempo de Dachau es un tiempo donde el P. Kentenich produce muchos escritos que dan testimonio de este actuar de la gracia. Al respecto, Mons. Wolf años atrás nos decía:
“Una irrupción de fuerzas divinas es precisamente lo que el Padre experimentó en el tiempo de su cautiverio, y que asimismo observó también entre los suyos. De esta manera interpreta él la fuerza que lo inundó en el bunker…Creo que a veces hasta él mismo se asombra de cómo los pensamientos, las ideas le llegan y llenan las páginas que escribe a los suyos. Más que nada, ve que su cautiverio despierta vida en su familia y hace surgir nuevas fuerzas…Encontramos en sus cartas indicaciones como: «Hasta ahora, mi ausencia sólo ha traído bendiciones en todas partes», o: «Lo que no logró mi cercanía, la distancia lo regala en un grado alto». Es un momento de experimentar la fecundidad de Dios y las infinitas posibilidades de Dios, tanto más allá del límite de nuestro pensar humano.”[1]
Despedida
Elijamos seguir creyendo y seguir ilusionados. La desilusión tiene mucho de tentación, que, a modo de un supuesto realismo, nos hunde en el desánimo que termina en la tristeza e inacción. Estrategia demoníaca para desactivar bien desde adentro la dimensión de instrumento de Dios que habita en cada uno de nosotros.
Les deseo a aquellos que están de vacaciones, un buen y reparador descanso. Y fuerzas para quienes siguen en su ritmo laboral. Les envío mi bendición y mi deseo de que podamos transitar el 2023 de la mano de Jesús y María.
P. Pablo Gerardo Pérez
Director Nacional
Movimiento Apostólico de Schoenstatt Argentina
Compartimos el link del video de Alianza de enero 2023: https://www.youtube.com/watch?v=C_OWq-Ntf3s
[1] Mons. Peter Wolf , prédica 20/01/2006 en la Iglesia de la Adoración, Schoenstatt, Alemania.