Carta de Alianza febrero 2019
Querida Familia de Schoenstatt de Argentina:
¡Les deseo un bendecido día de Alianza a todos ustedes, hijos de la Reina! Todavía estamos transitando el tiempo de verano y sin embargo en nuestra familia a lo largo del país ya fue pasando mucho. Dios y María no se toman vacaciones, decíamos el mes pasado, y por lo que se ve sus hijos hacen también otro tanto.
A las múltiples misiones veraniegas, donde participaron mucho más de mil misioneros, se le sumaron, a comienzos de este mes, los campamentos regionales de la JM. El de la zona centro y litoral, “Regnum Mariae”, cerca de la Cumbrecita en las sierras cordobesas y el metropolitano, “Pasión que transforma” en Coronel Suárez, provincia de Bs. As.
Aprovecho y comparto con ustedes un pensamiento para este año: el espíritu de Hoerde estará presente. Muchos, sobre todo los jóvenes, deben estar por primera vez leyendo este nombre. Pero para la historia del Movimiento es muy significativo. Luego de la primera guerra mundial, volvieron a Schoenstatt los congregantes sobrevivientes con otros soldados y estudiantes que la Mater a través de ellos fue conquistando. Estos “nuevos peregrinos” se nuclearon en 1919 en un barrio de la ciudad alemana de Dortmund en la histórica Jornada de Hoerde, dando origen así a un movimiento externo a la congregación palotina. Lo que comienza allí es la previa, podría decirse, al Movimiento tal cual lo conocemos ahora.
El año pasado, las distintas federaciones de Schoenstatt en Argentina nos compartían una declaración ante este acontecimiento y al respecto nos decían: “…Hoerde es la culminación del llamado ´primer hito´ que debe comprenderse como un proceso iniciado en 1912 con el comienzo de las tareas del joven P. Kentenich como director espiritual del seminario palotino, que toca su punto cumbre en la Alianza de Amor de 1914, y culmina en el Pentecostés de un nuevo Movimiento regalado a la Iglesia en Hoerde”. Las próximas jornadas nacionales de jefes de la LAF, de jefas de madres y de la JF, la de dirigentes de la Campaña y la tradicional jornada de Coordinadores Diocesanos de mayo próximo, estarán animadas por este espíritu.
Anhelo que al comenzar este año estemos experimentando fuertemente la tierna cercanía y la poderosa acción de Dios y de María, su influencer, como decía el Papa en la pasada JMJ en Panamá. Sabemos como argentinos que no es un año más. Es año electoral y por experiencia contamos con que habrá dificultades y exigencias. Que nuestra entrega y respuesta en la oración y acción sean especialmente ofrecidas por nuestra patria. Seamos todos influencer al estilo de María como invitaba el Papa a los jóvenes.
Este es uno de los desafíos que tenemos como Iglesia y como Familia de Schoenstatt para ser gestadores de la vida social y política de nuestro país. Poco sirve ser uno más de los que critican desde afuera. Los defectos, miserias y hasta pecados de mis hermanos y de mi patria deberían dolerme tanto que forzosamente me lleven, me impulsen a ponerme en movimiento para cambiarlos, transformando así nuestra realidad. Tal como se entregaron aquellos jóvenes en Hoerde luego de la primera guerra mundial por la recuperación de su patria desde dentro, con heroísmo, en libertad, autonomía y solidaridad a la vez, por saberse guiados y herederos del Padre.
El próximo sábado 24 de febrero el Santuario de Sion del Padre, en nuestra casa central de Florencia Varela, festeja sus bodas de plata. Lugar de gracias desde donde la Mater nos impulsa a servir a toda la Familia y Obra de Schoenstatt en Argentina ¡Los invito a acompañarnos personalmente, aquellos que puedan, y si no, todos en el espíritu!
Les deseo abundantes bendiciones para todos los comienzos de actividades en las distintas diócesis, parroquias, santuarios, ramas y ermitas. Unámonos en el caminar de los jóvenes que en unos días más peregrinarán a la tumba de Brochero llevando nuestras intenciones y a las Hermanas de María que nos invitan a renovar nuestro santuario nacional partiendo por renovar los cimientos de nuestra propia Alianza de Amor.
Quedamos en eso, permanecemos fieles.
P. Pablo Gerardo Pérez
Director Nacional