Carta de Alianza marzo 2020

Carta de Alianza marzo 2020

Querida familia de Schoenstatt Argentina,

¡Les deseo un feliz día de Alianza! Hace más de una semana que atravesamos días muy convulsionados que nos han sacado del ritmo normal de nuestra vida. El miedo y una dosis de paranoia en torno al dengue pero sobre todo respecto al coronavirus, nos han invadido. Como consecuencia se han suspendido las clases y en lo eclesial, múltiples actividades, encuentros y jornadas ya programados.

Cuaresma: aislarnos del pecado

Claramente, la situación nos está llevando a vivir una cuaresma más retirada, una “cuarentena” literal. Recordemos la profecía de Oseas: Dios, Yahvé, nos dice “la llevaré al desierto y hablaré a su corazón…y ella responderá allí como en los días de su juventud” (Os 2,16-17). El desafío a nuestra fe es, a pesar de todo, ver detrás de estos sucesos la mano del buen Dios que nos quiere ayudar a vivir esta cuaresma con mayor profundidad. Poder experimentar que Dios es capaz de sacar cosas buenas incluso de aquello que objetivamente es malo. 

Motivándonos, el Papa en su tradicional carta para cuaresma nos dice: “Mira los brazos abiertos de Cristo crucificado, déjate salvar una y otra vez. Y cuando te acerques a confesar tus pecados, cree firmemente en su misericordia que te libera de la culpa. Contempla su sangre derramada con tanto cariño y déjate purificar por ella. Así podrás renacer, una y otra vez”. Y además nos recuerda la actualidad de esta entrega del Señor por nosotros. Hoy quiere el Señor salvarnos. “La Pascua de Jesús no es un acontecimiento del pasado: por el poder del Espíritu Santo es siempre actual”.

En estos días, en que forzosamente no podemos concurrir a encuentros en lugares públicos, tenemos la oportunidad de cultivar, en una mayor medida, ese encuentro personal con Dios. 

En el decir del Papa: “La experiencia de la misericordia, efectivamente, es posible sólo en un «cara a cara» con el Señor crucificado y resucitado «que me amó y se entregó por mí» (Ga 2,20). Un diálogo de corazón a corazón, de amigo a amigo…Más que un deber, nos muestra la necesidad de corresponder al amor de Dios, que siempre nos precede y nos sostiene”.

La gracia no se suspende

Se han suspendido muchísimas actividades: las clases, el congreso mariano en Catamarca, todas las jornadas nacionales de nuestras ramas, entre otras tantas jornadas nacionales y locales. Pero no el Año Mariano. Las gracias de María no se suspenden. El amor de Dios no se aísla sino todo lo contrario. De hecho, estas situaciones humanas límites, que nos confrontan con nuestra fragilidad, son oportunidades excepcionales para buscar nuestra seguridad última en Dios. Aunque Dios no quiere la enfermedad y la muerte, tienen existencia a causa de nuestra condición mortal, consecuencia del pecado. 

Estos momentos límites nos llevan también a cuestionarnos y a purificar la Imagen de Dios que tenemos. No ha faltado aquel que se interroga sobre el porqué de lo que vivimos y de culpar a Dios por castigarnos, o por su ausencia o incapacidad de intervenir más eficazmente en la realidad. No caigamos en esas tentaciones. La mirada que tiene el cristiano de la realidad es la del hijo que se deja conducir, muchas veces a través de la tormenta. Porque su Padre es quien lleva el timón de la barca y tiene poder sobre el viento y la marea. “¿Quién es este que hasta el viento y el mar le obedecen?” (Mt 8,27).

El amor y la gracia de Dios están siempre asegurados al fiel que le abre el corazón. Que esta certeza nos ayude a vivir este presente complejo con confianza, por sabernos en manos de Dios, nuestro Padre; atentos, responsables y solidarios de todo aquello que podamos hacer para ayudar y cuidar a nuestros hermanos y cuidarnos nosotros mismos.

Ampararnos en María

Coronar a María fue siempre una constante en nuestra familia de Schoenstatt, sobre todo ante situaciones límite. Poner nuestras necesidades bajo su amparo y protección. Una vez más, pedirle a Ella que se corone como nuestra Madre y Reina de la salud de los argentinos. Los coordinadores diocesanos y zonales se han intercambiado mensajes motivacionales, pidiéndole a San Miguel Arcángel su cuidado y protección.

Mientras tanto, María sigue buscándose más lugares para instalarse. El futuro Santuario de Pilar ya casi tiene listas las paredes y a comienzos de este mes, la Presidencia autorizó la construcción de un nuevo Santuario en Corrientes.

Estamos más unidos que nunca, increíblemente por una necesidad y fragilidad que no conoce ni razas ni clases sociales. Ante esta dura realidad nos hacemos fuertes estrechando más nuestros vínculos a través de los medios de comunicación y, sobre todo, en el Espíritu. Que nuestros Santuarios Hogar y Habitación recobren en este tiempo su brillo e importancia. Especialmente nos ponemos bajo el amparo de San José, custodio de la Sagrada Familia, a quien mañana celebramos. 

Quedamos en eso, permanecemos fieles,

Padre Pablo Pérez
Director Nacional