Misión Totus Tuus X
Del 24 al 28 de mayo se llevó a cabo una nueva edición de la misión Totus Tuus. La misma convocó a 180 misioneros y encargados de los últimos dos años de colegio. Se distribuyeron en torno de los Santuarios de Pilar, Escobar y Villa Ballester formando cinco comunidades en los propios santuarios y también en Manzanares y en la Parroquia Nuestra Señora de Lujan en Villa Ballester. Este es el décimo año en que se realiza esta gran misión organizada por las juventudes de la zona metropolitana. En esta oportunidad el lema que guió la misión fue: “No temas, soy yo”. A continuación, una de las misioneras que estuvo en Escobar comparte su testimonio misionero.
Autor: Lucía Scott
Los nervios que sentía en el Santuario de San Isidro eran de otro mundo. ¿Con quién me va a tocar? ¿Va a estar bueno? ¿Valió la pena venir y entregar el fin de semana largo? ¿Mi comunidad será buena? Preguntas que me hacía en el viaje de ida. Hoy puedo decir que haber elegido ir a la misión es de las mejores decisiones que tomé. A la Totus llegué muy emocionada, yo creo que mi fe antes de esta misión estaba en un gran momento, Jesús estaba muy presente en mis días, palabras y decisiones, y mi misión era transmitir eso que yo vivo en el día a día a todas esas personas de Escobar.
“Soy yo, no teman” fue el lema de la misión. Qué loco pensar cómo la mano de Jesús siempre está extendida y es nuestra decisión aceptarla, entregarle todas esas cosas que nos cuestan, ponerlo todo en sus manos. Este fue el primer capital, Despojo. Así arrancamos la misión, dejando todo eso que nos venía pesando en este último tiempo, esas cosas que no nos permitían vivir estos 4 días a pleno de la mano de Jesus y de María.
Llegó el primer día de misión, qué nervios. El clima no venía siendo nuestro mejor amigo, eso creía yo, y el miedo de no poder misionar por la lluvia estaba ahí. Salimos todos muy contentos, manijas después del envío, caminamos 5 minutos y se largó. Qué bronca. Justo en estos días tenía que pasar. Esto que yo creía que era algo malo, terminó llevando a un día increíble. Un día en que todos compartimos, cantamos, bailamos, charlamos y nos unimos como comunidad. Vernos todos muy predispuestos a ayudar, a vivir 4 días en la simpleza y en la sencillez me ponía muy, muy feliz. Parar un segundo, poner mis ojos en 0,5 y ver lo que estaba pasando era lo mejor. Cada momento que pasamos en estos días tiene un lugar guardado en mi corazón, cada actividad de espi, cada misionada, cada comida, cada vez que llegaba el famoso buzón del amor. Esas cartitas tan simples que a mí, personalmente, me sacaban una sonrisa. El amor que nos rodeaba a todos era enorme y en cada momento podía ver a Jesus y a la Mater en el medio, acompañándonos, siempre ahí.
En estos días yo me sentí verdaderamente un instrumento. Tocábamos una puerta y a pesar de la vergüenza, el miedo al rechazo, o lo que sea que pasara, yo tenía la certeza de que estabamos acompañados, de que Jesus estaba ahí con nosotros y que el amor del Espíritu Santo nos iba a iluminar y nos iba a dar las palabras justas. Haber logrado transmitir el amor de Jesus en estos días me pone muy feliz. Haber tenido la oportunidad de conocer a Cristina, a Juan, a Felipe, a Carmen, y a todas las personas de este barrio, me llena el corazón.
Aprendí que el enemigo del amor es el miedo, y que el miedo te aleja de las personas que más querés. Manu nos dió testimonio y en él nombró mucho a San Pedro, al cual tengo muy presente en mis días. Pedro permaneció en el camino de la fe a pesar de sus dudas, miedos y preocupaciones, lo entregó todo por Él. Él es el gran ejemplo del amor que Jesús nos tiene. A pesar de sus errores Jesús lo amó. Dios viene a transformarnos la vida, a regalarnos esa paz, esa luz y ese amor incondicional que solo Él nos puede dar. El miedo va a estar siempre presente en nuestros días, pero nosotros tenemos que ver su mano en esos miedos y saber que Él siempre está ahí y que nunca nos va a abandonar.
La misión Totus Tuus va a estar siempre en mi corazón. Y todas esas personas que formaron parte de mi comunidad, también. Cada una me dejó algo nuevo, algo para poner en práctica para poder vivir mi fe al 100%. Jesús nos invita a vivir el día de su mano y a entregar todo aquello que nos cuesta por, con y como Él.
Nos dice “No temas, porque yo estoy contigo, no te inquietes, porque yo soy tu Dios; Yo te fortalezco y te ayudo, yo te sostengo con mi mano victoriosa”.