Misión Ver Sacrum 2023 en Miramar
Testimonio: Juliana Bellone – Juventud Femenina, Mar del Plata
Durante el fin de semana largo de agosto se llevó a cabo una nueva edición de la Misión Ver Sacrum que organiza la juventud universitaria de Mar del Plata y Miramar. Con el lema “Primavera Sagrada, creando un cielo en la tierra”, este año la misión contó con la participación de unos 35 chicos y chicas que visitaron durante cuatro días la comunidad del barrio Aeroparque en la ciudad de Miramar recorriendo casa por casa para compartir la Palabra, llevar la Virgen Peregrina e invitar a talleres y actividades para adultos y jóvenes.
La misión Ver Sacrum se realiza desde el año 2009 y surgió por el anhelo de los jóvenes de ser instrumentos de María. Así lo definen sus protagonistas cundo aseguran: “Ella es nuestro puente hacia Dios, y nosotros somos sus pies en la tierra. Para hacerlo, utilizamos la imagen de la virgen peregrina, que nos ayuda a mantenernos siempre en movimiento”.
Como broche de oro de la misión este año los chicos contaron con una presencia especial ya que fue Monseñor Gabriel Mestre, Obispo de la Diócesis de Mar del Plata quien presidió la misa de clausura en la parroquia San Andrés de Miramar, concelebrada por el párroco, Pbro. Pablo Boldrini, y el Asesor Diocesano del Movimiento, Pbro. Juan Cruz Mennilli. Se trató de un momento cargado de emotividad ya que Monseñor Mestre acaba de ser designado Arzobispo de La Plata y aprovechó la celebración para despedirse de los jóvenes de Schoenstatt y de la ciudad de Miramar. Durante la homilía, Mons. Mestre agradeció a los jóvenes el esfuerzo y entrega brindados y los alentó a seguir siempre el camino de la misión, fortaleciendo la fe en esa entrega diaria. Acompañaron la celebración tres novicios de los Padres de Schoenstatt, que estaban terminando una práctica del noviciado en Mar del Plata.
Intercambio de corazones
Compartimos aquí el testimonio de Juliana Bellone, una de las integrantes del grupo misionero que nos cuenta cómo vivió esos días en Miramar.
“Ver Sacrum, esta increíble misión de universitarios fue una de las experiencias más lindas que me pudo regalar la Mater.
Llegamos a la tarde noche, nos conocimos un poco más entre todos los misioneros, nos acostamos y encendidos, nos levantamos para nuestro primer día de misión. Ir casa por casa, contando qué hacíamos, de dónde veníamos y qué veníamos a compartir el fin de semana largo con ellos…Increíble la apertura de la gente cómo te recibía, te agradecía y en muchos casos, te contaban sus experiencias de vida. Ellos confiaban plenamente en que Dios siempre los acompaña y que lo más importante era estar sanos y en familia. Me enseñó a que podemos vivir mucho más simple, pero siempre con mucho amor.
A la tardecita, hacíamos talleres de niños y jóvenes como así también compartíamos unos ricos mates con la gente que nos venía a acompañar.
Si lo pudiese definir con una frase sería intercambio de corazones, a través de este intercambio, crecemos en el amor, en la vida espiritual, y en la capacidad de cumplir con la misión que nos fue encomendada, crear un cielo en la tierra”.