Con María, pasión que transforma – Congreso Nacional Juventud Masculina
Del 17 al 20 de agosto de 2018
Autor de la crónica: Francisco Sosa
Es viernes a la noche, inicio de fin de semana largo. Mientras las rutas se encuentran congestionadas por gente que se va a pasar el fin de semana a distintos lugares, en Florencia Varela, la Casa del Niño es testigo de un hecho que cambiará la historia de la Juventud Masculina (JM) Argentina para siempre. Mientras los platos se llenan de polenta (cortesía de los cocineros de la JM de La Plata) en el aire se respira alegría. Jóvenes de todo el país se reunieron a la sombra del Santuario de Sión para dar forma a un sueño de muchos años. Todavía no muy conscientes de lo que significaba, el día terminó con el Padre Kentenich y la Mater invitándonos a arriesgarnos, a no tener miedo, a entregarlo todo en una capilla ambientada como nuestro Cenáculo, donde queríamos que el Espíritu Santo nos ilumine para descubrir la misión de Dios para la JM.
Camino recorrido
Muy temprano el sábado, después de una oración en el Santuario y un desayuno, empezó el trabajo. Partiendo de 6 cajas que contenían los símbolos de la JM, previamente conquistados, entendimos que no queríamos simplemente apilar cajas vacías y sin sentido. El Padre Tommy Del´Oca nos hizo un repaso por todo el camino recorrido en los últimos años, la corriente Patria de María que nos unió como país, la Generación Misionera que nos encendió como misioneros de María, también todo el proceso de conquista de símbolos.
Descubrir el hilo rojo
Esto dio paso a los trabajos en comisiones, descubriendo cuales eran los sentimientos y valores que esos símbolos despertaban en nosotros. Después del trabajo en comisiones, empezó el trabajo en plenario, donde pudimos trazar un “hilo rojo” que unía todos esos valores y sentimientos. Nuevamente, las comisiones tenían que trabajar, esta vez en taglines (frases con fuerza) que sintetizaran esas palabras que surgieron en el “hilo rojo”. El ambiente era cada vez más festivo, pero también cada hora crecía la ansiedad. El sábado por la noche, reunidos en el Cenáculo, tratamos de escuchar el latir de nuestro corazón argentino y caminamos juntos para llegar al Santuario, como una sola JM. Pasaron muchas horas de trabajo, muchos debates y discusiones, el cansancio y las pocas horas de sueño empezaban a aparecer, pero la alegría no permitía que nuestro espíritu decaiga.
Cinco corrientes
Tras el trabajo en comisiones y plenarios llegamos a cinco corrientes que se repetían una y otra vez: “Santuario”, “Héroes”, “Juremos”, “Pasión” y “Ardemos”. Ahora comenzaba el trabajo de afinar el lápiz. Debates, votaciones, juegos y otra vez votaciones y principalmente, oración, mucha oración. De a poco, la voz de Dios se iba haciendo presente en nosotros. Tras mucho meditar y debatir, esa voz de Dios fue centrándose en la corriente “Pasión” y en particular en dos formulaciones particulares. Se acercaba el mediodía del lunes, el tiempo nos corría y se dio la que, creímos, sería la última votación, esta vez no a mano alzada, sino secreta. Mientras los Secretarios Nacionales y los Asesores hacían el recuento, afuera todo era fiesta. Pero pasaban los minutos, cinco, diez, para algunos fueron muchos más.
Empate técnico
Finalmente, el Padre Manu salé del cuarto oscuro y nos avisa que hubo un “empate técnico” por haber solo un voto de diferencia. Nos invitó a que, en el trayecto desde la Casa del Niño hasta el Santuario, donde celebraríamos la Misa de clausura del Congreso Nacional, pensáramos y rezáramos, para volver a votar durante el Ofertorio. A la sombra del Santuario, de rojo y en comunión con Cristo, votamos otra vez, pero la ansiedad tenía que esperar, se votó en el Ofertorio pero recién se sabría el resultado al final de la Misa. Cantos, abrazos, oraciones.
Ideal Nacional
Finalmente, el momento había llegado. Tantas horas de trabajo, tantos kilómetros recorridos desde todas partes del país, para intentar, como JM Argentina, descubrir la voz de Dios para nosotros, estaba consumado en un rollo de papel en el Santuario. Nuestro Asesor Nacional lo puso sobre el altar y finalmente lo reveló: “Querida JM Argentina, nuestro Ideal Nacional es CON MARÍA, PASIÓN QUE TRANSFORMA”. Y ahí se desató la fiesta.
Consagración del Ideal
Primero una consagración del Ideal a María:
“Querida Mater:
Aquí estamos, abrazados en tu Santuario, como JM Argentina. En nosotros vive el mismo fuego de los Congregantes, que desde el origen de Schoenstatt impulsa al heroísmo de la santidad. Es una pasión que transforma, nos hace hombres nuevos en la comunidad nueva.
Unidos espiritualmente a todos nuestros hermanos de rama del país, queremos consagrarte y jurar nuestro Ideal Nacional:
Con María, pasión que transforma
Te entregamos nuestro sí para arder por este ideal toda nuestra vida, contagiarlo a todos los jóvenes que vos llames a tu JM, siendo así, respuesta a los desafíos de nuestra Patria.
Te pedimos que nos regales el don de vivirlo heroicamente hasta el final de nuestros días y de ser fiel a nuestra Alianza de Amor que hoy renovamos.”
Después nuestra Consagración a María, con nuestro abrazo tradicional y finalmente nuestro gran Himno JM, el Himno de Franz Reinisch. Fueron cuatro días de mucho trabajo, oración, amistad, heroísmo coronados con una gran misión que desde hoy y desde siempre, nos va a acompañar y nos va a llamar a lo máximo, a la santidad, al heroísmo, a transformar nuestra Patria, a sabernos hijos de la Mater y a saber que estamos llamados a transformar el mundo.