Cuarto hito: Estar en la Victoriosidad Divina
El 22 de octubre de 1965 recordamos el Cuarto hito de Schoenstatt: Estar en la Victoriosidad Divina.
La historia de Schoenstatt está jalonada por momentos cumbres que señalan una especial intervención de Dios, tanto en su nacimiento como en su desarrollo. A esta intervención de Dios –o “irrupción de lo divino en lo humano”– corresponde una respuesta y compromiso de parte del hombre, en nuestro caso, del fundador y de la Familia de Schoenstatt.
Este cuarto hito pone el sello divino a la Obra, ya que María se manifiesta como victoriosa al comprobar la autenticidad del carisma del Padre Kentenich.
Tal es así, que el día 22 de octubre el Santo Padre Pablo VI firmó una resolución que decía:
“Todos los Decretos contra el Padre Kentenich están anulados. Está libre”.
Esta comunicación significaba que el Padre quedaba bajo la Congregación de Religiosos y que podía tomar nuevamente la dirección del Movimiento. Aún cuando está libre, no se le permite regresar inmediatamente a Alemania.
Durante su permanencia en Roma celebró sus 80 años (el 18 de noviembre). A través de gestiones del Praelat Wissing el P. Kentenich consiguió una entrevista con el Santo Padre, la que se realizó el 22 de diciembre; en esa ocasión el P. Kentenich le regaló al Papa un cáliz, éste lo felicitó por su Obra: fue como una rehabilitación pública. Terminada la audiencia, el Papa autorizó el regreso del Padre a Schoenstatt.
Estos 14 años de destierro están marcados por un gran amor y fidelidad a la Iglesia a pesar de que ésta lo había separado de su obra. Durante todo el exilio, el Padre permaneció siempre obediente, con una actitud de paz y de victoriosidad extraordinarias, seguro que la Santísima Virgen se glorificaría en él, tal como lo hizo.
Autor: Nuevo Schoenstatt