Mejores ciudadanos

Mejores ciudadanos

Autor: Benjamín Paz


Este 9 de julio festejamos los 204 años de la independencia de nuestra querida Argentina. Una fecha para celebrar y una ocasión especial para honrar y agradecer a quienes nos legaron la pasión por la libertad.

El Día de la Independencia es una fiesta patria nacional. Este día se conmemora la firma de la Declaración de Independencia Argentina, un día martes 9 de julio de 1816 en la casa de Francisca Bazán de Laguna, Provincia de Tucumán. Hoy “Casa Histórica”.

La decisión fue tomada por el Congreso de Tucumán, que sesionó en la ciudad de San Miguel de Tucumán de las entonces Provincias Unidas del Río de la Plata. Allí se proclamó la independencia política de la monarquía española y se renunció también a toda dominación extranjera.

Nace la Patria, nace un camino nuevo, 204 años transitando una nueva historia Argentina, “somos Historia por hacer”.

“Si somos libres, todo nos sobra”.
General José de San Martín

Mucho de este caminar se lo debemos al gran esfuerzo de grandes patriotas, en especial al padre de la patria.

¿Nos podemos preguntar qué es la Patria? Lugar, ciudad o país en que se ha nacido o al que por adopción nos unen lazos jurídicos y sociales.

La Patria (del latín patrĭa, familia o clan, patris, tierra paterna, pater, padre) suele designar la tierra natal o adoptiva a la que un individuo se siente ligado por “vínculos” de diversa índole, como afectivos, culturales o históricos.

También se llama patria a la tierra natal de los padres de una persona, a la cual se siente ligado afectivamente sin necesariamente haber nacido en ella. La Patria es un DON, la NACIÓN una tarea. Ser argentino puede ser una Gracia ya que esta tierra es bendita; puede ser un Don, ya que es trabajo y hay que construirla; y puede ser una Virtud, en la medida que nunca bajemos los brazos.

“Vivamos nuestra vida, agradecidos de nuestro pasado. Con pasión  nuestro presente. Y esperanzados en el mañana”.  

¿Qué es lo que anhelamos para nuestro país? ¿Que anhelamos para nuestra familia de Schoenstatt Argentina?

También en nuestros inicios, el Padre Kentenich nos llamaba a ser remeros “libres” y no esclavos de galeras.

“Tenemos que ser personalidades libres. Dios no quiere esclavos de galera, quiere remeros libres. Poco importa que otros se arrastren ante sus superiores, les laman sus zapatos y agradezcan si se les pisotee. Nosotros, empero, tenemos conciencia de nuestra dignidad y de nuestros derechos. Sometemos nuestra voluntad ante los superiores no por temor o por coacción, sino porque libremente lo queremos, porque cada acto racional de sumisión nos hace interiormente libres e independientes”.

Esta es nuestra libertad. Ser capaces de proezas como las llevadas a cabo por nuestro General San Martín. Hoy nos toca a nosotros cruzar la Cordillera, nos toca a nosotros superarnos, nos toca a nosotros hasta en lo más sencillo, ser mejores ciudadanos, recordarnos que solo aquel que es fiel en lo poco, lo será, en lo mucho. “Una derrota peleada vale más que una victoria casual”. (General San Martín)

Ciertamente, estamos en una época muy especial, la pandemia pone al mundo de rodillas, la esperanza se ve diluida en muchos frentes. Como familia de Schoenstatt, sufrimos con el fundador este nuevo 31 de mayo, vivido recientemente por noticias que nos llegan de Alemania, el Padre Kentenich se hace presente nuevamente, diciéndonos a cada uno de nosotros: mi lucha continúa. Nuestra lucha espiritual continúa, nos sentimos unidos cada vez más a la Divina Providencia. “Nada sin ti, nada sin nosotros”.

No estamos solos, somos los nuevos granaderos de María, miremos el recuadro luminoso que abraza la imagen de la Virgen. Admirémonos de su belleza de manera más palpable y visible, del poder y la bondad de María  como expresión de su gratitud, amor e ilimitada confianza. “Servus Mariae nunquam peribit”.

“Vivamos nuestra vida, agradecidos de nuestro pasado. Con pasión  nuestro presente. Y esperanzados en el mañana”.


Benjamín Paz
Tucumán