Misiones universitarias Ita Pater, Ita Mater 2021

Misiones universitarias Ita Pater, Ita Mater 2021

Autor: Estefanía Cúneo

El viernes 2, sábado 3 y domingo 4 de abril se llevaron a cabo en el campito Ñu Porá de la ciudad de Resistencia las Misiones Universitarias Ita Pater Ita Mater (MUIPIM). Casi una cincuentena de jóvenes de entre 18 y 28 años dieron su sí para vivir el espíritu de la Semana Santa a pleno.

Desde hace más de 10 años las MUIPIM se convirtieron en una parte importante de la identidad que comparten las Juventudes Femenina y Masculina de la Familia de Schoenstatt de Chaco.

Los jóvenes guiados por Dios, encendidos por amor a Cristo, anhelan dejar huella de misericordia y esperanza en la sociedad. Llevar en alto el estandarte de María, la Reina y con docilidad animarse a ser transformados por Ella.

Bajo la modalidad de campamento, el desafío fue animarse al encuentro en tiempos de pandemia. Además del ya tradicional kit misionero compuesto por la remera y el pañuelo, pasaron a formar parte del equipaje el alcohol en gel, guantes, medidor de temperatura, barbijos y otros tantos recaudos.


El amor a todo o nada

Dios llama a cada uno por nombre y encomienda una misión personal, guía al encuentro en profundidad con uno mismo y con Cristo, con tantos Cristos, que a veces en la vorágine del tiempo, silenciosos,  pasan desapercibidos, aun estando cerca.

A lo largo de esos días, los misioneros acompañaron a Jesús en su entrega de amor más sublime. Reflexionaron sobre el lema motivador que los impulsaba a vivir una Semana Santa distinta: “Guiados por Dios, a Todo o Nada”.  Jugarse por entero, regalarse generosamente, amar, con la certeza  de que Dios es quien llama y es Él también el que se encarga de abrir los caminos.

El Padre Kentenich decía: “Sí Dios dio esta misión, él se tiene que ocupar de arreglar las cosas, de clarificar”.

Fue a todo o nada. Cada paso, cada decisión implicó un salto al vacío, desde la planificación y la organización hasta la vivencia del reticom (retiro-campamento). Esperar las respuestas y recomendaciones de las autoridades, adaptar el formato de misión, visitar los merenderos, etc. Todo hasta último momento fue difícil, pero también hasta el último segundo Dios se encargó de abrir las puertas y de regalar su amor de Padre.

Cuando Dios ve el corazón joven lleno de anhelos, listo para recibirlo, es Él quien interpela. Fue Dios quien habló a cada uno de estos jóvenes y le encomendó una misión.

Hoy estos 48 jóvenes quieren ser hijos auténticos, luchar a contracorriente por la vida, ser los pies de María, forjadores de encuentro. Saben que Cristo no es una ideología, es un estilo de vida. Y ese estilo de vida lo abarca todo.


Para Cristo no hubo, ni hay medias tintas

Su amor es a todo o nada. El Papa Francisco invita a vivir de esa manera el amor, volver a la simplicidad y sencillez del Evangelio, para poder volver a redescubrir los valores de Dios, la humildad y valentía de María  y traducirlos a la vida. Ser testimonio e instrumento, plasmadores de una cultura de amor y caridad.

Compartimos algunos testimonios que expresan la vivencia de una Semana Santa vivida en el encuentro con  la vida del prójimo:

“Mi nombre es Ailén, tengo 19 años y viví mi segunda misión; algo distinta a las anteriores debido a la situación actual, pero con las mismas ganas y emoción de la primera vez al decirle al Señor que SI quiero seguirlo y acompañarlo. 

Lo que me llevo de todo esto son las risas, las canciones (que hasta el día de hoy no puedo dejar de cantarlas jaja), pero sobre todo la paz que el mundo no puede dar, el silencio y la gracia de poder conectarme con Jesús y con María.

Así nos dejamos guiar por Dios y le entregamos nuestros corazones para poder transformarlos y llevar a cada rincón, a cada persona, a nuestras familias y amigos un corazón transformado que no tiene límites para amar ni miedo a darlo todo”.

Ailen


“Quiero compartir mi experiencia en estas MUIPIM 2021. Este año y el pasado me tocó estar en el equipo como encargado de Comunicación. Al ser encargado no participé de las reuniones de consejo pero pude sentir el revuelo que generaba organizar este tipo de actividad presencial en el contexto que nos toca vivir hoy en día.

Gracias a Dios y a la Mater se logró la realización del campamento, y este se vivió muy distinto a las misiones que estamos acostumbrados. Es obvio que iban a ser distintas ya que las misiones se hicieron en Resistencia, fueron menos días y que la salida a misionar fue una ida a merenderos,  pero pudimos volver a sentir, después de tanto, ese clima misionero.

Al campamento lo viví, al margen del encargo, de una manera muy intensa a pesar del poco tiempo que estuvimos. Faltaron momentos en el santuario, el conversar con la gente, caminar con la peregrina, momentos para encontrarse con uno mismo. Pero pudimos volver a encontrarnos la Juventud Masculina  con la Juventud Femenina, volver a escuchar las canciones típicas de misión, hacer dinámicas y juegos, dormir en carpa, y lo más importante vivir la semana santa como estamos acostumbrados. Con un equipo de espiritualidad que la rompe, vía crucis, vigilia pascual y la gracia de tener la visita del Padre  Roberto Silva y la Hermana Lore. Al final parecía poco en comparación a las otras misiones pero como dije antes se vivió ese poco tiempo intensamente y con momentos muy lindos a pesar del protocolo y demás.

Este campamento no tiene nada que envidiar a las misiones, porque todas son distintas y únicas. En un momento de compartir en ronda con misioneros llegamos a lo mismo, todas las MUIPIM son especiales, es muy difícil elegir cual es la mejor para uno.

Finalmente me atrevo a hablar por todos que este año, después de pasar por la cuarentena y tener que hacer las misiones del 2020 virtuales, volvimos muy contentos y agradecidos de poder vivir esta tremenda experiencia”.

Santiago Manolo Brest



“Mi experiencia en las  MUIPIM, con los chicos fue muy bonita, ver las energías y las ganas de seguir a Jesús, diría que le va bien el lema A TODO O NADA, es radical y es lo que busca la juventud… Creo que el compartir con ellos, en el poder brindarle mi experiencia,  fue algo muy bueno porque los alentó en la vida misma, no hay nada que nosotros mismos, con la ayuda de Dios no lo podamos lograr si es lo que queremos.

Vi en el tiempo que pude estar que el querer navegar mar adentro y ser testigos verdaderos de Dios que los une a todos como una gran Familia, Familia que va creciendo, se va nutriendo de una forma maravillosa guiados por las manos de Mamá María. Creo firmemente que JESÚS hizo grandes cosas en esos días lo vi en sus miradas por eso digo: BENDITO JESÚS BENDITO MAESTRO QUE VA MOLDEANDO LOS CORAZONES Y HACE MARAVILLA CON EL SÍ DE CADA UNO, guiados siempre de la mano de la Madre, Reina y Victoriosa Tres veces Admirable de Schoenstatt”.

Hermana Lorena


Ita Pater Ita Mater
“Dios no escoge a los capacitados, sino que capacita a los escogidos”.

Las misiones son testigo de pequeños y grandes milagros de transformación interior. De la vivencia profunda de Dios se desprende el anhelo de compartir con otros. Tantos lugares, tantos rostros, ¡cuántos corazones generosamente se han dejado moldear por ÉL!

Los días marcharon  en  clima de oración, cercanía y alegría de compartir. Se pudo experimentar las gracias de las entregas diarias de muchas personas que a través de su colaboración material y espiritual fueron instrumentos en esta vivencia.

¡Desde el Santuario, María retribuya en gracias! Desde el equipo organizador se agradece de manera especial al P. Roberto Silva que acompañó a los jóvenes, por su sencillez, apertura y sabiduría,  Al P. Raúl Machuca por la hermosa Misa de Pascua de Resurrección y por último a la Hna. Lorena, perteneciente a la comunidad de Hnas. Pequeñas Obreras de los Sagrados Corazones, que brindó su tiempo, su cercanía y testimonio.

Lo más bello y valioso de la gran Familia – Iglesia,  son los vínculos de amor que no conocen de tiempo, distancias, edades, ni fronteras. Todas las entregas son la garantía y los cimientos para que pronto la Reina erija su trono en las tierras chaqueñas. “Guiados por Dios, a todo o nada”.

Estefanía Cuneo



Todas las misiones universitarias  son especiales, tienen su toque único, las de éste año se vivieron de modo particular. Transitando un contexto de pandemia y luego de la experiencia de haberlas realizado el año pasado en formato  virtual. Una vez más Dios nos permitió, guiados siempre de la mano de la Madre, Reina y Victoriosa Tres veces Admirable de Schoenstatt compartir nuestra riqueza espiritual y acercarnos a los merenderos y comunidades, allí donde Ella nos utiliza como instrumentos para transformar corazones.