Vivencias del Fede Fest 40
Autores: Marinés y Mario Martínez – Federación de Familias
“Yo tengo un sueño”
Esta célebre frase de Martin Luther King expresada en agosto de 1963 en las escalinatas del Monumento a Lincoln en la ciudad de Washington, nos ayuda a poder trasmitir lo que vivió la Federación Apostólica de Familias de Argentina del 19 al 21 de agosto de este año en la ciudad de Tanti, Córdoba con motivo de sus 40 años de vida, en lo que apodamos “Fede Fest 40”.
Teníamos un sueño, celebrar con inmensa gratitud y admiración el paso de Dios en nuestras vidas, todo lo que su Providencia fue regalando en cada persona, sus anhelos y entregas, en cada comunidad, sus encuentros, sus historias, sus ideales hechos don y tarea.
Fiesta de los vínculos
Nuestro encuentro fue una fiesta de los vínculos expresada en abrazos y en el sentir común de “qué bien que estamos aquí, ahora”.
Silvia Sago (del curso 5 Presencia del Padre), cuando llegó al encuentro nos dijo: “vengo a buscar abrazos”. Queremos compartir el testimonio de su vivencia personal:
“…Esta fiesta nos da impulso para seguir apostando a vivir el desafío de conformar familias santas, desde nuestra pequeñez, testimoniando que es posible. En lo personal, casi no voy. Un mes antes del encuentro, falleció Miguel, mi esposo. Era la primera vez que iba a participar sola de un evento así… Era raro…Sin embargo, una y otra vez dije: “vengo a buscar abrazos” y encontré un montón. De quienes me conocían y de los más jóvenes, con quienes se generaron diálogos profundos y sentidos. Somos hermanos, aunque nos veamos por primera vez. Tenemos una misión en común, somos familia”.
Sentimos la alegría de ser una familia, qué importante que es la “comunidad”, lo comunitario está en la esencia de la Federación, una comunidad integrada como un gran organismo de vinculaciones, donde todos estamos unidos; los primeros (la generación fundadora) con los más nuevos (los cursos jóvenes) se mezclaron en un panel donde “todos tenían algo que decir, que regalar, que aprender”. Una experiencia de diálogo intergeneracional muy valioso.
Luchi y Gastón Lucheta (matrimonio joven del curso 48 Apóstoles de Fuego) luego del encuentro compartieron su vivencia:
“Queríamos agradecer y compartir con Uds. ¡lo vivido estos tres días en la Fede Fest Tanti, nos colmó el alma! ¡Fue un pedacito de Cielo que la Mater nos regaló! Descubrimos una gran comunidad de federados que desde hace 40 años Dios llama en Argentina para que sean y formen familias santas, esperanza para un mundo nuevo. No hay duda que nuestra misión es ahora llevar este fuego a cada uno de nuestros cursos y trasmitir todo lo vivido encendiendo los corazones. De la mano de la Mater cumplir la misión para la que hemos sido llamados. Recemos unos por los otros para que seamos sembradores de esperanza…”.
Cristina y Víctor Rusas Sotelo, perteneciente al curso 52 de Chaco, que están recién empezando el camino de la Federación de Familias nos decían:
“Nuestra experiencia de la Fede Fest 40 fue muy hermosa y nos aportó muchas vivencias y testimonios que nos harán crecer en muchos aspectos de nuestras vidas. Pudimos apreciar muy de cerca cómo vive un federado, sus ideales y ver y conocer el proceso de crecimiento orgánico que hacen desde hace 40 años. Es muy fuerte haber conocido a los integrantes del primer curso y de los siguientes, y saber que así empezó todo. Es imposible no ver la mano de Dios y cómo se fue manifestando a lo largo de todo este tiempo… Nos vinimos muy motivamos a seguir este camino juntos y en familia. Saber y escuchar lo que hace la Fede en todo el mundo nos sostiene y no da fortaleza para seguir poniendo nuestro granito en el lugar de trabajo, en la capilla, en la parroquia y con la responsabilidad de trasmitir todo lo vivido a nuestros hermanos de curso que gracias a los aportes económicos y de corazón que realizaron, pudimos vivir esta fiesta…”.
Fue el momento de honrar la vida: Natalia Mori junto a Marcos Rodríguez (curso 29 Antorcha) estuvieron en el encuentro. Ella es hija de Horacio Mori del curso 7 “Luz”, fallecido a los 37 años (padre también del P. Pablo Mori) y compartió un hermoso testimonio recordando a su papá y su paso por la Federación de Familias. Sentimos que quienes han partido, siguen vivos y presentes, ellos son para nosotros “la comunidad del cielo” y nuestra forma de vivir la comunión de los santos.
Respuestas para el tiempo
Frente a los desafíos del tiempo nos animamos a hacernos preguntas ¿Cómo queremos vivir y servir hoy y mañana, para poder ser una voz profética de Dios?
El testimonio de Agustina y Caio Del Pino (curso 37 Domus Patris) es un pequeño reflejo de estos interrogantes que nos sacan de la comodidad y nos invitan a adentrarnos en la permanente novedad de Dios:
“Es importante mencionar que ese relanzamiento, esa posibilidad de escuchar la voz de Dios para nuestro tiempo, es algo que interpela mucho a nuestro curso. Vamos a encontrar comentarios diferentes, pero seguramente un hilo conductor de nuestra opiniones estará en la posibilidad de la salida de los Federados al mundo con respuestas a las voz de Dios.…percibimos a través del testimonio de los Federados pertenecientes a la Generación Fundadora, una enorme inquietud de transformación del mundo, de nuestro país y de nuestras regiones. En algunos testimonios sentimos, escuchamos y compartimos que la llama estaba aún luego de 40 años tremendamente prendida……El domingo fue un día que complementó mucho las buenas sensaciones del sábado. En primer lugar el trabajo. El Taller del perfil del Federado fue una excelente iniciativa de mirarnos hacia adentro, de compararnos con nuestra misión de Federado, de búsqueda de revalidar y actualizar nuestras actitudes, como Matrimonios Federados, como personas en peregrinación a la Santidad, y la construcción de las nuevas orillas. ….Sirvió para conocernos más en detalle y en profundidad. Compartiendo nuestras propias visiones de lo que somos y queremos lograr. Finalmente volvimos el lunes a la ruta, muy contentos con la experiencia de hermandad con las compartidas “de pasillo”, y de ver que verdaderamente hay un sentido de salir con una mirada renovada de lo que Dios nos pide actualmente. …..”
Visitas y presencias
Tuvimos visitas de tierras lejanas que se hicieron próximas: la presencia de la Dirección Internacional conformada por Alcides y Margarita González (Paraguay), María y Stefan Pelz (Alemania), Marta y Martin Rigler (Austria) y Silvina y Raúl Viñas( Argentina) nos mostró el horizonte multicultural de la Federación de Familias, presente en 19 países, asumiendo la desafiante tarea de inculturar Schoenstatt respetando las identidad de cada pueblo. Fue un encuentro de pueblos con una misión común.
El mosaico de los apostolados fue un hermoso collage que presentaron las distintas regiones de la Federación de Familias en salida misionera, un arco iris que exhibía la fecundidad de la Alianza de Amor.
No falto la vivencia de ser niños ya que pudimos tener una tarde de juegos. Todos tenemos que bucear en nuestro niño interior para vivir la filialidad con Dios y la hermandad entre nosotros.
Tampoco faltó el sábado a la noche la alegría del fogón hecho con la participación de todos y en la noche del domingo hubo cena, torta, brindis, baile, como es en cada familia que se reúne a festejar los aniversarios y momentos importantes de la vida.
La Mater estuvo presente desde el inicio -cuando entronizamos su imagen y la coronamos como Reina de nuestro encuentro – y hasta el final – cuando Ella dejó el lugar para acompañar a cada uno en su viaje de regreso a casa, con la tarea de seguir siendo nuestra madre y educadora, invitando a sus hijos a apresurar nuestros pasos para servir a las personas de nuestro tiempo.
Gracias a la tecnología muchos federados que tenían el anhelo de estar, pudieron participar a través del canal de YouTube. Compartimos el testimonio de María y Daniel Martino (Curso 2 Familia Santuario):
“Confieso que desde casa, con Daniel, no apostábamos a una profunda vivencia, sino solamente informarnos de lo que en Córdoba sucedía. Pero a través de la escucha en directo de cada expositor, los cantos, los ritmos, los rostros… Todo llegó “hasta nuestra casa” y llenó el ambiente de las voces de la Fede en el encuentro. Nos reímos, lloramos, rezamos y nos contagiamos del gran ambiente familiar y espiritual que reinaba. Creímos que estábamos adentro del recinto del encuentro. Nos alegró mucho reconocer hermanos tan queridos y a la vez tan lejanos. Pero el ambiente pudo más que la nostalgia, y logramos subirnos al tren de la vida de la Fede, añorando lo de antes, pero dispuestos a navegar hacia el futuro”.
Cuando pensamos el encuentro nos vimos desafiados a enfrentar dificultades y obstáculos, pero teníamos mucha ilusión y esperanza en la Federación, tal como lo expresan Huerto y Jose Sánchez (Curso 19 Fuego del Padre):
“Esperanza puesta en la Fede como respuesta a muchos desafíos actuales; esperanza de que hay caminos posibles, que podemos, juntos, transitar estos tiempos difíciles. Sabemos que nada está perdido, que somos capaces de construir un presente que haga la diferencia para que nuestros hijos y nietos cuenten con un futuro mejor. Tenemos herramientas, hay que saber usarlas y actualizarlas. Contamos con nuestra espiritualidad matrimonial y familiar, que es el seguro más importante en este camino…, Somos FAMILIA, INSTRUMENTO DE MARIA sin ninguna duda”.
Teníamos un sueño. En realidad todos tenemos sueños ¿no? El testimonio de Jorge y Carmelita Day, (curso Signos del Padre) que siguieron el encuentro por YouTube nos habla de eso:
“Seguir de lejos y parcialmente la Fede Fest nos ha significado un gran gozo del alma. Los testimonios de los Barbero, Quiroga y Múndula sobre cómo se vive la Comunidad avivó los corazones. Tuvimos además la suerte de que Horacio y Andrea nos transmitiesen muchas de las vivencias del Encuentro en las que recordábamos a tantos hermanos con los hemos compartido Jornadas, Capítulos… ¡la vida! Escudriñar en las raíces de ese árbol frondoso, nos hizo reconocer la semilla que la Hermana Regina esparció sobre algunos de nosotros en casa de los Zapata. Eso fue en 1983, y creo que el mes también fue agosto. Desde entonces hemos compartido el sueño de los Bulfón de una Federación fuerte y grande. El sueño de Dios fue más grande”.
El sueño de Dios fue más grande, llamo a los primeros en l983 y hoy a 40 años sigue llamando obreros para su mies, encontrando frágiles instrumentos que imploran a la Mater: regálanos el espíritu de libertad y magnanimidad, heroísmo y conquista de Hoerde, para ser contigo Familia del Padre.
Un sueño de Dios que nos susurra fuerte al oído: “Despierten, despiértense mutuamente…..”.