Vivir en Schoenstatt
¿Te imaginás una temporada viviendo con tu familia en Vallendar y haciendo voluntariado en el Santuario original? Emociones, aprendizajes, entrega, vínculos. Todo eso forma parte de la experiencia de esta familia argentina que durante cuatro meses trasladó su hogar al corazón de Schoenstatt.
Autores: Natalia, Julián y Tomás Apud
Somos la familia Apud (Natalia, Julián y Tomás) del Santuario de San Isidro de Buenos Aires
Pertenecemos a la Federación de familias, curso 41 “Instrumentos de Alegría”. Con plena confianza en la Divina Providencia y sintiendo que la Mater nos quería hacer este regalo, fuimos entre mayo y agosto del pasado año 2023 a vivir una experiencia de voluntariado e intercambio a Vallendar, en el Santuario original. Fue para nosotros una experiencia increíble e inolvidable, es realmente un lugar hermoso (traducción al español del nombre en alemán).
Durante ese tiempo de gracia, pudimos confirmar también que Schoenstatt es una gran familia internacional que no conoce fronteras. Desde el primer día nos sentimos como en casa, a pesar de la distancia. La calidez y cercanía que nos ofrecieron desde el principio tanto los matrimonios, las familias, las Hermanas y Hermanos de María y los padres que residen en Schoenstatt lo hicieron posible. Ellos fueron para nosotros en todo momento un reflejo del Amor de Dios.
La belleza del lugar, los paisajes, la naturaleza, el clima de primavera y verano hicieron esta experiencia aún más hermosa e inolvidable.
Apostolados en familia
Trabajamos en varios apostolados concretos, estando siempre a entera disposición de la Casa de la Familia (Haus Der Familie, donde nos alojamos), del Santuario Original celebrando la misa diaria en español, ayudando con la liturgia y los cantos, y de la recepción y acompañamiento de peregrinos que permanentemente llegan de todas partes del mundo a conocer esta tierra sagrada. Trabajamos también en el apostolado junto a católicos de habla hispana en Alemania, pudiendo regalar nuestro carisma a jóvenes líderes en la Iglesia diocesana de ese país. Participamos de peregrinaciones hacia Dachau y Munich junto a peregrinos schoenstattianos de habla hispana, acompañando a los grupos. Y participamos también de la pre Jornada de la Juventud para recibiendo a chicos y chicas de nuestro movimiento. Estuvimos a cargo de un grupo increíble de jóvenes secundarios chilenos del Monte Tabor. ¡Un regalo del cielo! Recorrimos con ellos los diversos Santuarios, la casa del Padre, la ciudad de Koblenz. ¡Realmente todo fue un inmenso regalo de La Mater!
Junto a Familias de la Federación de Alemania compartimos hermosos días en Hilschide
Donde se encuentra la casa de retiros de la Federación. Allí también dimos nuestro testimonio acerca de la misión familiar en Argentina, de la que hace año formamos parte, de nuestro servicio a la liga y del crecimiento de la familia de Schoenstatt en la Argentina.
El servicio y el intercambio con tantas personas dieron como fruto una enorme red de nuevas vinculaciones que nos enriqueció enormemente. Experiencias como esta nutren y fortalecen mucho el matrimonio. Nuestro hijo, Tomi, nos acompañó en todo momento poniéndose también al servicio y disfrutando mucho de cada evento y cada encuentro. Pudo hacer nuevos amigos, aprender mucho y crecer con esta experiencia que seguramente marcó su vida.
Para nosotros este tiempo en Schoenstatt fue también una posibilidad de conocer en mayor profundidad al Padre Fundador, su persona, su historia, sus lugares, su carisma y su misión. La enorme gracia de mantener conversaciones semanales con el Padre Ángel Estrada (quien durante 20 años o más tuvo a cargo el proceso de beatificación del P. Kentenich). Pudimos descubrir en él la sencillez y la profundidad, la fe y la entrega de un profeta y nos confirmó en la convicción de que en los planes de Dios nuestro camino de santificación es a través de Schoenstatt y de la mano de María. Ella nos bendijo, guió y protegió en todo momento, haciendo que este fuera relativamente un tiempo de gracia que jamás olvidaremos.
Sentimos que esta experiencia de vida fue de alguna manera para nosotros un 20 de Enero vivido en familia. Dios puso a prueba nuestro sueño, que en un principio parecía imposible de realizar: dejar todo por 4 meses. La confianza fue clave. Se trató desde el principio de tener claro el sueño, de tomar riesgos, de avanzar a pesar de nuestras dudas y sobre todo de confiar. Confiar ante todo en el Padre y en que esta experiencia estaba en sus planes para nuestra familia. Se trató también de aprender a ver los signos y avanzar por la puerta abierta.
Hoy, mirando hacia atrás, vemos lo importante que fue para nosotros 3 esta experiencia de vida y podemos ver los frutos: a Tomi le fue bien en el colegio pudo rendir las materias adeudadas por su ausencia durante el 2023 y la Mater nos ha puesto por delante nuevos e impensados desafíos como matrimonio. El 17 de diciembre de 2023 comenzamos a servir a la Liga de Familias de San Isidro como matrimonio asesor.
Creemos que esta vivencia no está fuera del alcance de cualquier familia que realmente quiera hacerla. El voluntariado familiar internacional es una nueva oportunidad que queda abierta y una experiencia tan única y enriquecedora que vale la pena vivir.
Les mandamos un cálido abrazo y permanecemos siempre unidos en la Alianza de Amor.