30 años del Santuario de la Santísima Trinidad

Autor: Padre Darío Gatti, Instituto Secular Pontificio Sacerdotes Diocesanos de Schoenstatt Rosario, Argentina

Si les digo “Rosario” de Argentina, seguro asocian la ciudad natal de Messi. También les puede sonar por las dolorosas noticias que se comparten a causa del narcotráfico… pero hay mucho más para mostrar y compartir. Puedo decirles que es la Ciudad “Cuna de la Bandera”, pues aquí fue enarbolada la “enseña patria” (27.feb.1812), y se recuerda en un hermoso monumento a orillas del majestuoso rio Paraná. Ciudad y Arquidiócesis que llevan el nombre “Rosario” por María Santísima, Madre y Señora, Fundadora ella, porque desde los orígenes la población se reunió en torno a su bendita imagen (1773) en una pequeña Capilla… Ciudad “crisol de razas”, de pueblos originarios e inmigrantes del propio país y de tierras extranjeras, en la que también habita María, la madre de Jesús, madre de la Iglesia, “en la porción de sus hijos escogidos”, con el nombre de nuestra señora de Schoenstatt.

Los inicios

Fue un domingo, 6 de junio de 1993, día lluvioso y sereno, repleto de gozo y bendiciones. Estábamos reunidos como familia, una gran asamblea de muchas partes, congregados para celebrar el nacimiento de un nuevo lugar de gracia, una nueva Capilla de su presencia, un Santuario Filial de la MATER en la tierra de la Reina del Rosario; según la liturgia, era domingo de la Santa Trinidad. Algunos años más tarde, ese lugar santo encontraría su nombre y misión: Santuario de la Santísima Trinidad, con María (del Rosario), Corazón de la Iglesia… Y estos días, la Providencia Divina, nos permitió celebrar agradecidos la fiesta de 30 años de nuestro querido Santuario. Toda la Familia de Schoenstatt-Rosario pudo congregarse para agradecer, celebrar y renovar el ardor misionero, recordando los 250 años de presencia de María del Rosario entre nosotros, año jubilar arquidiocesano este 2023, y como familia de Schoenstatt, quisimos coronar la imagen de gracia de nuestra madre.

La celebración

Y Ella, en semejanza divina, no se deja ganar en generosidad. Decimos: “Fidelidad por Fidelidad”; pues pudimos agregar: corona por corona. La Santa Eucaristía la presidió el padre obispo Eduardo Eliseo acompañado de un buen número de ministros y asamblea, y en esta ocasión el mismo obispo se dispuso a sellar su alianza de amor junto a un lindo grupo de unas diez personas más, felices “nuevos aliados”; también es bello destacar que, uno de los concelebrantes, padre Ernesto Fernández, miembro del Instituto Secular de los Sacerdotes Diocesanos de Schoenstatt, fue nombrado recientemente como obispo auxiliar; por último, también es esta feliz ocasión, un sacerdote joven del presbiterio de Rosario,

recibió una imagen de la Mater Peregrina de la Campaña del Rosario. No son coincidencias, y sí regalos de la Madre y de Dios, donde la grandeza celestial se desposa con sus hijos pequeños…

Rosario, Coronación, 30 años de Vida, renovada Misión, nuevos aliados de la Mater… como decía nuestro Padre y Fundador: “regalos son tareas”. La Mater muy bien viene haciendo su tarea desde su trono de gracia; y nosotros, eso espero, sigamos cada vez mejor y en mayor medida, regalando por un fecundo Capital de Gracia y un feliz Apostolado, nuestra vida y servicio por los hermanos, siendo corazón de la Iglesia, para alegría de nuestra Fundadora y Reina del Rosario, nuestra Aliada de Schoenstatt, y todo para alabanza de la Santa Trinidad: ¡Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo!

Saludo y Bendición.

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