Historia

Pasada la guerra

Más hombres asumen estos ideales, luego se incorporan mujeres. Por una obra divina como esta, vale la pena consagrar la vida: nacen las Hermanas de María de Schoenstatt. Crece la Juventud Masculina, la Juventud Femenina, las Madres. Sacerdotes diocesanos forman la Federación de Presbíteros, llegan los primeros matrimonios. Schoenstatt se ha convertido en un centro y Movimiento de irradiación espiritual para toda Alemania y más allá: Europa, América, África.

Nazismo. Segunda Guerra Mundial

Schoenstatt se convierte en peligro: busca formar personalidades libres y autónomas, ancladas en Dios y comprometidas con la historia. El Padre Kentenich preso: bunker, cárcel. ¿Qué quiere Dios?

20 de enero de 1942 (2º hito de Schoenstatt)

Libremente ofrece su vida y la posibilidad de ir al campo de concentración con tal de que sus hijos espirituales crezcan en la libertad de los hijos de Dios, y su Familia espiritual sea santa y fecunda hasta el fin de los tiempos. Crece la conciencia común: esta Familia tiene un Padre, que está dispuesto a dar la vida por ella. Comunidad de vida y de destinos.

Tres años y ocho meses prisionero, sin perder su integridad. Fin de la guerra. Schoenstatt sigue floreciendo. Viajes internacionales del Padre Kentenich: agradecer la fidelidad de los hijos de Schoenstatt en todo el mundo, preparar nuevas victorias a María, – velar por la comprensión de la Iglesia del carisma de Schoenstatt.

31 de mayo de 1949 (3º hito de Schoenstatt)

Nuevas pruebas y desafíos. Salto mortal de un profeta: llamar la atención sobre las equivocaciones surgidas dentro de la Iglesia y mostrar caminos de superación. Incomprendido su carisma, rechazada su persona, catorce años de exilio en Milwaukee, Estados Unidos.

Fidelidad probada, inquebrantable, del fundador a su carisma, de los hijos de Schoenstatt a su padre, de Schoenstatt a la Iglesia.

Final del Concilio Vaticano II. Nueva etapa de victoria.

+ Leer más: “En el centro del 31 de mayo, una Alianza que transforma”, por Hna. María Julia.

24 de diciembre de 1965 (4º hito de Schoenstatt)

Un nuevo milagro de la Nochebuena: el Padre Kentenich regresa a Schoenstatt para culminar su fundación. Tres años incansables de asentar los fundamentos: fundación de los Padres de Schoenstatt, dedicación a cada uno de los Institutos, Federaciones y agrupaciones de la Liga que habían surgido a lo largo de la historia. Tres años incansables de anunciar la “nueva imagen del Padre”: el Dios de la misericordia; la “nueva imagen del hijo”: el hijo miserable y digno de misericordia; la “nueva imagen de la comunidad”: la Alianza de Amor con María y con la Santísima Trinidad se hace también Alianza de Amor entre nosotros. No solo unión de los corazones, sino fusión de los corazones.

“Dilexit Eccesiam”

Amó a la Iglesia, se lee en la tumba del Padre Kentenich. Es legado y misión para el Movimiento de Schoenstatt, llamado a colaborar con ella en la renovación del mundo, en Alianza con Cristo y con María.

Década del 30

Llegan a Argentina Padres Palotinos alemanes que conocían el Movimiento de Schoenstatt. El P. Alfonso Weber solicita al Padre José Kentenich el envío de Hermanas de María de Schoenstatt para trabajar con la Comunidad de Católicos de Habla Alemana de Villa Ballester.

1935

Llegan las primeras cuatro Hermanas de María enviadas desde Schoenstatt. Primeros grupos de Schoenstatt de la Juventud Femenina y Madres. Más adelante, también matrimonios y Juventud Masculina.

1947-1952

Visitas del Padre José Kentenich. Búsqueda del terreno para el primer Santuario filial de Schoenstatt en Argentina. Legado de su herencia espiritual a nuestras tierras.

1965-1968

Espera de una nueva visita del Padre Kentenich hasta que llega la noticia de su fallecimiento.

Década del 70

Fuerte crecimiento y expansión del Movimiento por todo el país.

1977

El Santuario de Nuevo Schoenstatt, “Santuario del Padre”, es reconocido por el Movimiento en todo el país como Santuario nacional de Schoenstatt. Entre tanto, ya han ido surgiendo otros Santuarios filiales.

1978

Proclamación de la “Misión Nacional: “Con María, Familia del Padre”.

Últimas décadas del siglo XX

Crecen en Argentina la gran mayoría de las comunidades de Schoenstatt: Institutos Seculares, Federaciones y agrupaciones de la Liga. Se desarrolla con fuerza la Campaña de la Virgen Peregrina de Schoenstatt y van surgiendo iniciativas apostólicas que se multiplican hasta la actualidad.

Hoy

El Movimiento de Schoenstatt está presente -en sus diferentes comunidades y/o apostolados- en la mayoría de las diócesis del país. “Alianza que transforma” es el imparativo de miles de schoenstattianos para ayudar a la Iglesia a gestar una Argentina anclada en Jesús y María, una patria con rostro de Familia.